A veces,
lloran los pétalos de una rosa enlutada
en una aurora olvidada de Dios,
cuando se vuelve tortura la caricia
y emprende vuelo el misterio de ser dos.
A veces
como quien quisiera atrapar la luna
se rebela el viento a ulular sin destino
y el grito se ahoga en el pecho del ave
muriendo en un nido desierto y esquivo.
Liliana Varela
1 comentario:
mucho sensibilidad para expresar el dolor
me gustó mucho
abrazo
mirco
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