No sé,
si mis palabras
puedan vivir
sobre este mar
de azules temporadas
y lenguas de distintas razas.
No sé,
si se sustenten
en la tarde.
Y no sé si el amanecer
las contenga en el alba.
Y no sé,
si tengan suficiente
fuerza para proseguir solitarias.
A pesar que me ausente,
a pesar que en ellas
puedan mirarse,
los viajes y las estrellas.
Los versos perdidos
de las olas.
Las noches solitarias
de los capitanes exhaustos,
robados por su pasión.
Los faros distraídos por la luna.
A pesar,
que no exista fin
para estas,
para retenerlas en estas hojas.
Entre tantas miradas juntas,
estas existen
llegaron,
con el oleaje por sí solas.
A ver si en ellas
se residencia el tiempo
y se siembran en el alma.
Luis Gilberto Caraballo Junio 2009
"El material editado en "Muestrario de Palabras" goza de todos los Derechos Reservados. La administración confía en la autoría del material que aquí se expone, no responsabilizándose de la veracidad de los mismos."
martes, 23 de junio de 2009
lunes, 22 de junio de 2009
Aún siento el tajo en el pecho
Aún siento el tajo en el pecho
quemando con la furia de la vida que duele
y eviscera.
Las penas no escapan por la herida
ni persiguen las alegrías que a borbotones huyen
de las venas.
Fue tu cuchillo: El cuchillo
la viciosa punzada
navegando mi piel
el caótico juego azaroso
de un Zeus
sin porqués.
Aún siento el fluir del presente
latiendo en las sienes,
recordando que soy y que estoy
que el halito existe
que no hay cicatrices
que un hueco en el pecho se expande
devorándolo todo
incluso el sentido
pero nunca el dolor.
Liliana Varela 2009
quemando con la furia de la vida que duele
y eviscera.
Las penas no escapan por la herida
ni persiguen las alegrías que a borbotones huyen
de las venas.
Fue tu cuchillo: El cuchillo
la viciosa punzada
navegando mi piel
el caótico juego azaroso
de un Zeus
sin porqués.
Aún siento el fluir del presente
latiendo en las sienes,
recordando que soy y que estoy
que el halito existe
que no hay cicatrices
que un hueco en el pecho se expande
devorándolo todo
incluso el sentido
pero nunca el dolor.
Liliana Varela 2009
domingo, 21 de junio de 2009
A veces comprendo...
Cada vez que entro a la casa familiar, que ahora remozada, ocupo, te busco inconscientemente.
Te veo , sentado en la mesa, disfrutando unos mates.
He dejado tus rincones. aquellos que tiene tu huella, intactos. Conservan todas las características que les has sabido dar.
La caricatura que dibujaron en tu ciudad, el diploma que te obsequiaron en el trabajo, los adornos ubicados en el mueble donde está el televisor que te acompañaba, sobre todo después de la muerte de mamá.
Pero el lugar donde mas te conservo está dentro de mí.
Aprendí, con el tiempo a conservar tus silencios y tus hábitos y los respeté siempre.
En esta fecha se hace mas intensa tu figura.
Gracias por tantas cosas, mi viejo.
Y no te olvides de darle un beso a mamá.Seguro que ya están, otra vez juntos.
A veces veo la sombra de Dios y entiendo.
Oscar N. Galante
Te veo , sentado en la mesa, disfrutando unos mates.
He dejado tus rincones. aquellos que tiene tu huella, intactos. Conservan todas las características que les has sabido dar.
La caricatura que dibujaron en tu ciudad, el diploma que te obsequiaron en el trabajo, los adornos ubicados en el mueble donde está el televisor que te acompañaba, sobre todo después de la muerte de mamá.
Pero el lugar donde mas te conservo está dentro de mí.
Aprendí, con el tiempo a conservar tus silencios y tus hábitos y los respeté siempre.
En esta fecha se hace mas intensa tu figura.
Gracias por tantas cosas, mi viejo.
Y no te olvides de darle un beso a mamá.Seguro que ya están, otra vez juntos.
A veces veo la sombra de Dios y entiendo.
Oscar N. Galante
sábado, 20 de junio de 2009
NINGUNA SOY
Ninguna soy la que escribe ante tu mano
un deseo de noches sin costuras
ni soy quien acepte el convite
cuando alejaste mi jardín de la huerta de tus brazos
ninguna soy la que marchite la flor
que inspira tu lucha vertical y encadenada de palabras
todas fui yo la que arengó con tangos la mañana
tal vez algún día
sólo uno
verás que del engaño no se vive ni se muere
que el que engaña siempre se engaña
Elisabet Cincotta
de Descubierta/ 2008
un deseo de noches sin costuras
ni soy quien acepte el convite
cuando alejaste mi jardín de la huerta de tus brazos
ninguna soy la que marchite la flor
que inspira tu lucha vertical y encadenada de palabras
todas fui yo la que arengó con tangos la mañana
tal vez algún día
sólo uno
verás que del engaño no se vive ni se muere
que el que engaña siempre se engaña
Elisabet Cincotta
de Descubierta/ 2008
miércoles, 17 de junio de 2009
El ojo del tiempo
Cansado de estar ciego
de poner los pensamientos
en la rueda mecánica de la memoria.
La persistencia ha abierto un hueco
por donde pasa el tiempo.
Luis G. Caraballo
Por dónde entra esa luz
que cae con su humor
de transparencia
y una herencia indescriptible
de vicios, y amor.
Parece una lámpara
adherida,
al cordón umbilical
que no cesa de alumbrar.
De noche se aparecen
las palabras brotadas
con sus hemorragias.
El poeta corre cual cirujano
a ver si el paciente
detiene su embriaguez
y pide versos, se ausculta su memoria.
A ver,
si consigue algún silencio
donde pernoctar
a oscuras.
El verbo sutura inocencia e hiel,
y la lámpara
alumbra vigilante a la niñez.
Y todo es grande
en aquel parque de ruedas y toboganes
La hoja manchada
se ha vuelto sucia,
marcada de garabatos y pausas.
Se ha corrompido
por el tiempo
que de vez en cuando
nos deja escapar.
Luis Gilberto Caraballo 2009
de poner los pensamientos
en la rueda mecánica de la memoria.
La persistencia ha abierto un hueco
por donde pasa el tiempo.
Luis G. Caraballo
Por dónde entra esa luz
que cae con su humor
de transparencia
y una herencia indescriptible
de vicios, y amor.
Parece una lámpara
adherida,
al cordón umbilical
que no cesa de alumbrar.
De noche se aparecen
las palabras brotadas
con sus hemorragias.
El poeta corre cual cirujano
a ver si el paciente
detiene su embriaguez
y pide versos, se ausculta su memoria.
A ver,
si consigue algún silencio
donde pernoctar
a oscuras.
El verbo sutura inocencia e hiel,
y la lámpara
alumbra vigilante a la niñez.
Y todo es grande
en aquel parque de ruedas y toboganes
La hoja manchada
se ha vuelto sucia,
marcada de garabatos y pausas.
Se ha corrompido
por el tiempo
que de vez en cuando
nos deja escapar.
Luis Gilberto Caraballo 2009
martes, 16 de junio de 2009
AMOR EN FUGA
Cuerpos
que estorban
y se cierran a la razón
franja oscura
definitiva y firme
presencia que dictamina
mi alejamiento
los eslabones
ajustan la vida
y acortan la duración
conviene
desatarse y escapar.
Santoamor
que estorban
y se cierran a la razón
franja oscura
definitiva y firme
presencia que dictamina
mi alejamiento
los eslabones
ajustan la vida
y acortan la duración
conviene
desatarse y escapar.
Santoamor
Te busco.
Porque hueles a Luna
y a tormentas ancestrales
¡Te busco!
Te busco y no te hallo
en el silencio de noches almidonadas
ni entre las espumas de mi sangre
bombeada brutalmente
por ese puño tirano
empecinado en seguir cabalgando
cuando
¡Ya nada tiene sentido!
Tú hueles a Luna
¿Y yo?
Yo sólo a aguas de manantial
secuestradas de su entorno
y aisladas en una cárcel de vidrio.
Y huelo a aguas llorosas
a trasplantes de saliva
a injertos de sudor linfático.
Huelo a Amor nulo y agónico
por la Luna
de los ojos de tu olor.
Tú. Tú hueles a
Amor.
Narci
y a tormentas ancestrales
¡Te busco!
Te busco y no te hallo
en el silencio de noches almidonadas
ni entre las espumas de mi sangre
bombeada brutalmente
por ese puño tirano
empecinado en seguir cabalgando
cuando
¡Ya nada tiene sentido!
Tú hueles a Luna
¿Y yo?
Yo sólo a aguas de manantial
secuestradas de su entorno
y aisladas en una cárcel de vidrio.
Y huelo a aguas llorosas
a trasplantes de saliva
a injertos de sudor linfático.
Huelo a Amor nulo y agónico
por la Luna
de los ojos de tu olor.
Tú. Tú hueles a
Amor.
Narci
lunes, 15 de junio de 2009
Alas sin cielo
Qué harían las alas sin cielos
Jorge Luis Estrella
Lego mis alas...
aquellas que de Icaro usé alguna vez
en la cercanía de algún sol
que hoy no concibe equinoccios
de vuelos sin sueños.
Esquiva, la humanidad
asueló la azul mirada
limitando proyectos,
abrochando seguridades.
Sollozan
en rincones de telarañas rocosas
mis brazos-alas
ante la perdida de lo que nunca más tendrán.
Liliana Varela@2009
Jorge Luis Estrella
Lego mis alas...
aquellas que de Icaro usé alguna vez
en la cercanía de algún sol
que hoy no concibe equinoccios
de vuelos sin sueños.
Esquiva, la humanidad
asueló la azul mirada
limitando proyectos,
abrochando seguridades.
Sollozan
en rincones de telarañas rocosas
mis brazos-alas
ante la perdida de lo que nunca más tendrán.
Liliana Varela@2009
ESCRIBO

Escribir las palabras,
acordeón de cielo,
que extienden mi mano
cual remo,
navegan por las ideas,
reclaman verdad,
necesitan amor,
cadencia,
frase,
vuelo.
Sobre la melodía escribo
desde mí hacia ti,
hacia nosotros,
clamo por el mundo,
sollozo por el olvido
y sobrevivo por el recuerdo.
Escribo porque soy
primaria esencia
que me invade.
acordeón de cielo,
que extienden mi mano
cual remo,
navegan por las ideas,
reclaman verdad,
necesitan amor,
cadencia,
frase,
vuelo.
Sobre la melodía escribo
desde mí hacia ti,
hacia nosotros,
clamo por el mundo,
sollozo por el olvido
y sobrevivo por el recuerdo.
Escribo porque soy
primaria esencia
que me invade.
Elisabet Cincotta
de "De laureles y olivos"
viernes, 12 de junio de 2009
ME BASTA
Yo no sigo la huella de los lobos
ni me interno en las cuevas de las ratas
que roen el papel y las palabras
y defecan en libros su propia egolatría.
No asisto al aquelarre de serpientes
ni me enturbia la vista la madeja de moscas
que asedian en tumulto a los dulzores
de la fama y los premios,
la vidriera
donde son pavos todos de encolado plumaje
graznando versos fatuos
tan secos y vacíos como el pozo
en que se abrevan los necios y soberbios.
Yo no entro en comunión con las bandejas
ni con copas de honor de utilería,
no integro esa comparsa de ambiciosos
que aceptan aplaudir la hipocresía.
Busco un claro del bosque, alguna alondra
y en el pleno silencio, su gorjeo.
Me basta el pan y la palabra misma
que se lleva en su vuelo la poesía.
Long Ohni
ni me interno en las cuevas de las ratas
que roen el papel y las palabras
y defecan en libros su propia egolatría.
No asisto al aquelarre de serpientes
ni me enturbia la vista la madeja de moscas
que asedian en tumulto a los dulzores
de la fama y los premios,
la vidriera
donde son pavos todos de encolado plumaje
graznando versos fatuos
tan secos y vacíos como el pozo
en que se abrevan los necios y soberbios.
Yo no entro en comunión con las bandejas
ni con copas de honor de utilería,
no integro esa comparsa de ambiciosos
que aceptan aplaudir la hipocresía.
Busco un claro del bosque, alguna alondra
y en el pleno silencio, su gorjeo.
Me basta el pan y la palabra misma
que se lleva en su vuelo la poesía.
Long Ohni
Deber

“Reponiéndonos de lo que no se puede
pero se debe”
Miente
el almanaque miente,
no han caído tantas hojas en los otoños
ni tantos equinoccios han extinguido su luz.
O tal vez
sí,
sí han postrado verborrágicos
los vocablos su tinta
y agonizando los sentidos
bebieron la hiel del equívoco
en la desunión.
Quizá
de estepa Siberiana burló el corazón
al instante del agónico grito
que jamás fue oído.
No importan
los Cómos ni lo Cuándos
sólo el ahora insuflándose leva sus velas
anclando el pecho al presente.
¿Por qué entonces duele tanto el deber?
Liliana Varela
pero se debe”
Miente
el almanaque miente,
no han caído tantas hojas en los otoños
ni tantos equinoccios han extinguido su luz.
O tal vez
sí,
sí han postrado verborrágicos
los vocablos su tinta
y agonizando los sentidos
bebieron la hiel del equívoco
en la desunión.
Quizá
de estepa Siberiana burló el corazón
al instante del agónico grito
que jamás fue oído.
No importan
los Cómos ni lo Cuándos
sólo el ahora insuflándose leva sus velas
anclando el pecho al presente.
¿Por qué entonces duele tanto el deber?
Liliana Varela
domingo, 7 de junio de 2009
Y se transforma mi pena.
Es sol y es luna esta penacuando está en tu voz alada.Ella acaricia serena la piel de tu cara mojada.Esa, que es dulce y obscena,cuando se digna mirar.Habla como un cantarde una belleza y perduraal situarse en mi cinturay deja la gloria al gozar.Se transforma en un momentoy se torna en verbo amar.Así es como lo sientocuando te observo en la mar.
Es sol y es luna esta pena
cuando está en tu voz alada.
Ella acaricia serena
la piel de tu cara mojada.
Esa, que es dulce y obscena,
cuando se digna mirar.
Habla como un cantar
de una belleza y perdura
al situarse en mi cintura
y deja la gloria al gozar.
Se transforma en un momento
y se torna en verbo amar.
Así es como lo siento
cuando te observo en la mar.
Oscar N. Galante
Es sol y es luna esta pena
cuando está en tu voz alada.
Ella acaricia serena
la piel de tu cara mojada.
Esa, que es dulce y obscena,
cuando se digna mirar.
Habla como un cantar
de una belleza y perdura
al situarse en mi cintura
y deja la gloria al gozar.
Se transforma en un momento
y se torna en verbo amar.
Así es como lo siento
cuando te observo en la mar.
Oscar N. Galante
jueves, 4 de junio de 2009
un texto sin título
crece el abrazo de la playa
me estremezco y escupo
la noche que vendrá
(tregua de luz del sol sobre la tierra)
la valija de la piel
el mapa de las venas
miran flores blancas
la fiebre vuelve dulce los ojos
y despoja de adornos
esta insulsa curiosidad
que atraviesa el vidrio movedizo
debo arrojar la última astilla
los tirones violentos
elegir una vereda cualquiera
con vaho húmedo
no mirar la hendidura del muro
Susana Santamarina
me estremezco y escupo
la noche que vendrá
(tregua de luz del sol sobre la tierra)
la valija de la piel
el mapa de las venas
miran flores blancas
la fiebre vuelve dulce los ojos
y despoja de adornos
esta insulsa curiosidad
que atraviesa el vidrio movedizo
debo arrojar la última astilla
los tirones violentos
elegir una vereda cualquiera
con vaho húmedo
no mirar la hendidura del muro
Susana Santamarina
Nuestras manos

Mi mano en la tuya,
eslabón de cadenas fuertes,
lazo de seda y miel
que no esclaviza.
La tuya en la mia,
para juntar los surcos,
esos pliegues que marcan nuestros pasos,
caminos de la vida.
Nuestro secreto a voces
lo llevan las gaviotas en sus picos
y resuenan por todos los tejados.
Ah nuestras manos, juntas,
mezclándose el latido, la sangre y el sudor.
Mi mano, mano fuerte,
serena, confidente
de la tuya,
pequeña y temblorosa.
Mi diestra se refugia
en tu siniestra
mientras, la otra mano
empuja un azadón,
una espada bruñida,
un escudo invisible.
Con la otra mano
saludo al mundo
que, absorto, nos mira
y ve felicidad.
Esa mirada es el homenaje
a dos manos unidas.
Manos que trabajan.
manos que dan vida
Oscar N. Galante
miércoles, 3 de junio de 2009
SOLEDAD
lunes, 1 de junio de 2009
Nana postrera

Duerme mi niña, duerme
duerme en tu lecho
de tierra, de hojarasca,
de sol y viento.
Duerme tu sueño eterno
bajo las ramas
que el murmullo del río
te canta nanas.
Duerme sin miedo, niña,
duerme sin miedo
que el cielo y las estrellas
serán tu techo.
Nunca te irás del todo
de nuestras almas,
la luz de tu recuerdo
llena la casa.
Narci
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