
¿Por qué mi voz delante, durmiendo a las estrellas,
cuando el amor llamaba a mis espaldas?
Julia de Burgos
Perdida en densa neblina no divisé
tu presencia,
dejé que el mundo girara
y te llevara con él
sin siquiera sentir el roce de tus pupilas.
Ciega
palpé el vacío que debió llenarse,
saboreé la amarga ausencia
marchitando la esperanza
en rotos floreros.
Ahogada de luces
la espalda no supo contestar al llamado
que torciendo las esquinas marchó ignorado
hacia otro universo.
Te perdí-y me perdí
en la hondura del tiempo.
Liliana Varela 2008
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