
El por qué yo preguntaba
escondida, entre las matas,
por aquella luna blanca
que mi mente imaginaba,
se debía al férreo miedo
de nunca poder hallarla.
La buscaba y preguntaba
por esa esfera de almendras
que en las cerradas noches,
mágico efecto de porcelana
reflejaba mis anhelos,
y transportaba al nirvana.
Tanto, tanto la quería...
Tanto, tanto la buscaba,
que mi vida hubiese dado
por sólo poder besarla.
Por eso aquella tarde
en que asomado a tu puerta
divisaste el halo blanco
de mi boca, roja, parda,
imaginaste lunar secuestro,
esfera blanca plateada,
atrapada entre mis brazos
y a mi alma,sublimada.
Liliana Varela
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