
En la distracción, se atreve, el cariño.
Desnuda el labio, la ternura.
Y un parpadeo.
Y un suspiro.
Son todo el universo posible.
Del otro lado.
Cada uno.
Se retiene y anhela.
Descubre la piel, el deseo.
Tal vez, sea pronto.
El abrazo, en una noche de invierno.
En la esquina de los vientos riberos.
Tal vez sea que asome levemente,
después de tantas vicisitudes,
la verdad.
Amparo Carranza Vélez
25 de Junio de 2010
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