Aquella noche que caminaba sola
por la vera del Guadalquivir,
¿sería entonces tu voz la que llegó hasta mí?
Y los suspiros de aquella tarde
en los jardines del Alcázar
entre trinos y verdores
¿serían los de tu alma blanca?
Y la mirada insinuante aquél día en Granada
trepando la cuesta que llevaba a la Alhambra
-oasis, luego espejismo-
¿habrá sido entonces tu mirada?
Misterios andaluces hoy me habitan
tal vez beso tal vez caricia
que logré captarte al vuelo,
-sin que vos siquiera lo supieras-.
Patricia Ortiz

No hay comentarios:
Publicar un comentario