Con pocas palabras dichas
dice el refrán que se entiende,
si es listo el que lo comprende
y el que lo dice, se explica.
Si llueve mucho en el campo
y tu refugio es un árbol;
¡has cometido un error
pues hay un refrán contado,
que solo cobija el árbol
si sombra has necesitado!.
Madrugando por creer
lo que el refrán me decía,
dos azadas preparé:
¡y enseguida me enfadé
al cavar solo la mía!.
Estaba clavando clavos
golpeando con el mazo;
y este refrán si ha acertado
¡pues he empezado a rezar,
con un dedo machacado!.
Empecé a tirar del hilo
por encontrar el ovillo,
¡lo que llegó fue la loba
y detrás vino el lobillo,
con un chaleco de lana
del más blanco corderillo!.
De mi familia soy palo
-como ya dice otro dicho-,
tengo dos astillas –hembras-
y dos machos,... ¿son palillos?
y mi mujer,... ¿será leño?.
¡Mis hijos "tronca" la han dicho!.
Desesperando la espera
como dice otro refrán,
¡habré de esperar sentado
y seguro que enfadado,
que alguien quiera llegar!.
¡No hay rin tintín en el alguien,
-aunque se pueda pensar-,
solo cuento lo que pasa
cuando aplicas el refrán!.
Emilio Medina M
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