domingo, 13 de diciembre de 2009

Creación

I

El universo nace con un grito,
un llanto de dolor y amor callados,
de esperanza de un sol desconocido,
de ausencia de la luz, eterna ausencia
no saciada de tiempo ni de olvido.
Es la canción del mundo claroscuro
-primigenio gemido-;
de la nada a la nada,
del ser antiguo al ser no conocido.
Grito-canto de ayer, mañana canto
que es la agonía hoy del canto vivo.

II

Desde su propio origen ya cansado
de penas y de amores malheridos,
del duelo permanente,
del llanto-amor- dolor de su destino,
desenvuelve su cóncavo silencio
en turbios y traslúcidos sonidos;
y la vida y la muerte,
y la pena y el gozo contenidos.

III

En el principio mismo,
a un tiempo con el tiempo comprehendido,
en duelo con el duelo
-de tanto llanto al llanto parecido
y al Amor semejante
de tanto amor callado y perseguido-,
se clava solitario
en el cósmico, eterno, fugaz grito,
el eco de tu nombre,
el eco de tu nombre repetido.

Cristina Longinotti

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