martes, 15 de julio de 2008

A los niños sin futuro de mi tierra


Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina

Miguel Hernández
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Lo veo tan árido y triste
como la calle que pisa,
como la risa que finge
en la injusticia que habita.

Cuando declama desgracias
en uno versos sin flores.
Cuando me mira y pregunta:
¿Por qué es tan dura la vida?

Me lleno de soledades
que me construyen su suerte
y le pregunto a mi Dios
¿Por qué lo has traído a la muerte?

Guzmán Lavenant

1 comentario:

Unknown dijo...

La vida y los horrores en los niños, en una sociedad imperfecta y malvada, besos, Julia