“El no ser perfecta, me hiere”,
Sylvia Plath
Se Fuga el alma en mares de gritos
rojos ríos huyen del verdugo cuerpo.
El horror de lo finito es eterno,
se cuela entre las carnes
infectando todo a su paso.
Desintegrada la onírica muralla
cae.
Cada golpe engendra miles.
Las brujas del destino horadan
aquel bosque de infancia,
el idílico Eliseo se destruye,
parcas, ajadas, deshechas, idas
acobardan sus plumajes.
La lanza de la realidad me atraviesa:
nunca he sido lo debido, ni lo querido.
La perfección ha volado en las alas
del imposible.
Y yo aquí... impotente,
imprecisa,
débil,
no puedo seguirla.
Liliana Varela 2008
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