Cantamos hoy los poetas
y lo hacemos siempre
al ver tus ojos tiernos
y a tu sonrisa franca.
Postergamos la rutina
la abulia de lo repetido.
Hoy seremos felices
al ver de cerca a tu vestido.
Pues representas clara
a tu fragancia inédita
loa que desparramas generosa
sin pedir nada a cambio.
Los relojes no interesan
pues las horas son benignas.
Nos regalan minutos
cada vez que nos miras.
No habrá ya asientos contables
ni planillas exactas.
Sólo tu dignidad de mujer
que trae brisa fresca.
Oscar N. Galante
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