.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Manos que se aferran a una imagen trunca
que la memoria diluyo hace tanto,
cuencos vacíos que te buscan en la neblina
del recuerdo olvidado,
sentidos que aún persiguen las improntas
de tus pasos.
Y aquí sigo...
en alepsia infinita,
entre el infierno y el cielo.
Me levanto, caigo y me levanto otra vez.
A sorbos bebo tu nombre y lo escupo
en pestilente adiós
para volver a absorberlo,
te palpo y te alejo
agotada de ti.
Y comienzo o recomienzo
el ciclo
y en cada vuelta juro no caer
en la abstinencia,
salir de esta convalecencia
en cada repetición
pero llegado el momento
fluyes como droga en mis venas
y pide la mente
alepsia de ti.
Liliana Varela - 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario