Cuando abrí mis ventanas
y el cielo estrellado se dibujó ante mis ojos
mi pecho repleto de sueños se quebró en llanto
un llanto de carmines y balas
de vientos contrarios
de huracanes…
Vi la tristeza escrita en cada rostro
vi la amargura rondar las faldas de las madres
y en los brazos vacíos de las doncellas
La soledad no se apiadó de los niños
tampoco de los hombres…
Golpe tras golpe
Bala tras bala
cañón tras cañón
misiles
aviones
bombardeo como granizo poseído
por destructores demonios
de muerte y metal….
Se sumieron en silencios marrones
las murallas destruidas
y un campo de escombros
no florecerá mañana.
Carolina González Velásquez
http://caingove. blogspot. com
©Katrala
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