No hay niebla
que cubra todo este dolor
que alguna vez cause,
me duele el mundo
y la rosa fresca
que en tu ser falleció.
Duele la guitarra del alma,
el verte como espíritu
y pasado
intento pero no logro
revivir mi sonrisa.
Los siete demonios
te alejaron de mi,
galopo para traerte
corcel de lágrimas
nuevamente busco tu sol.
Llueve en mi amor
pero no me rindo,
aunque me vuelvo rojo
continuo amándote.
SANTOAMOR
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