"Silenciosamente el amor se va extinguiendo
y la pasión que impulsaba la caricia
se transforma en la mano vengativa"
María Fischinger
A quién culpar del invierno que vivimos
iceberg flotan en el pecho que no late.
Eres tu ese maldito, el causante
del amor que hoy ya es puro olvido.
Te amé y me amaste ¿Hoy qué nos pasa?
esa hoz que corta horas, guillotina
los recuerdos y los torna pesadillas
que distancian aún más nuestros caminos.
¡Dame el blanco a quién echar todas todas las culpas!
expiatorio donde vomitar las amarguras,
el apéndice que amputado nos permita
un comienzo, una página no escrita.
Aunque brasas permanezcan encendidas
las cenizas van cubriendo hasta las quejas,
Y el cansancio nos entierra estando vivos
no hay fuerza que permita la conciencia.
En silencio el amor se vuelve moneda
de dos caras donde prima indiferencia
el envés sólo muestra rencor y odio
y una hiel que el corazón ya envenena.
Liliana Varela
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