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viernes, 28 de septiembre de 2007
Te perdí.
Clo Marcozzi
Malditas sean las calles pobladas,
que no cobijan tu paso entre ellas.
Cómo olvidar las veredas amadas
con gondoleros, canales y estrellas.
Aturdido, a mi amor no te asomas,
entre los ruidos de una vida necia.
Vuelvan la brisa y volar de palomas
que jugaron al amor en Venecia.
Quiero apagar esas luces brillantes
que refulgen en las nocturnas horas.
La oscuridad me devuelve el Antes
y me deja soñar que tú me añoras.
Y que se cierre por siempre el cielo,
que no haya sol ni se vea la Aurora,
sólo queda en mi alma el deshielo
que provoca el dolor que en mí mora.
CM - 2007
De desencuentros IX
Guarde algún Dios la palabra por ahora
producto de la verdad ó la mentira,
guarden mis árboles las lágrimas
como sabia,
guarde-sé un verso frívolo
bajo los últimos rayos,
sostengan-sé las penas
y el silencio.
Guarda y guardo esos versos
nunca dichos para siempre
en la inmensidad del Otoño,
en el ocaso fiel de cada tarde.
Guarde el siglo algún consuelo
para seguir viviendo.
Matchornicova
27.09.2007
Pd: Por las arenas húmedas de marzo
era la risa un buen remedio
entre tantos paradójicos momentos
y septiembre hermano
viene de la mano de un adiós.
Contigo
S/T
miércoles, 26 de septiembre de 2007
Lógicas Ilógicas
Lógicas subterráneas se esconden a los ojos-tiempo,
he de desenterrar la aurora para hallar el anochecer.
Reencarnada en laberíntica vida mi alma te llama
el ulular de su gemido traspasa los días e invade la calma.
Seré lluvia torrencial de un abril apagado,
locura imponente de un octubre que muere.
Impertinente suspiro de karma que resiste
la enseñanza adecuada, lección a aprender.
Extensión sin rumbo fijo que crece y despliega
raíces sin vida que no pueden sorber.
Savia sin proceso, úlcera sangrante,
semilla sin futuro, negada a nacer.
Liliana Varela 24-09-2007
martes, 25 de septiembre de 2007
PARTITURA
lunes, 24 de septiembre de 2007
UN ÁRBOL LLORA
Entre sombras la luz se hace mito,
extravío entre calinas que no logra abrirse paso.
Todo queda en el recuerdo de la noche,
en su memoria que desde las estrellas se deshila
sobre la quietud del río:
el río duerme como la infancia,
como las hadas en las que nadie cree
y que ya no necesitan ocultarse por los matorrales.
Las lágrimas de las rosas han borrado las huellas de los duendes,
el beso de la luna calla sobre la copa de un árbol
mientras sus ramas acogen el soliloquio del cierzo
que temo interrumpir con el cierre de mis ojos.
Si el otoño no vuelve nunca, tu mirada pasará en silencio
por la vereda por donde la muerte camina hacia el sur.
Por eso siempre prorrogo la espera aunque la luz no arribe,
y yo siga ignorando la razón por la que un árbol llora.
Issa M. Martínez Llongueras
Haciendo cambios
Oscar Néstor Galante
Pesares trueco por dicha
el dolor por tranquilidad,
el odio por el querer
las lágrimas por la risa.
Trueco engaño por verdad
la droga por esperanza,
la envidia por caridad,
el rencor por un te amo.
Trueco la guerra por paz
la oscuridad por el sol,
desprecio por amistad,
la enfermedad por salud.
Trueco las pesadillas
por el mejor de los sueños,
que todo sea belleza
y se acaben los avernos.
Oscar Néstor Galante
Pesares trueco por dicha
el dolor por tranquilidad,
el odio por el querer
las lágrimas por la risa.
Trueco engaño por verdad
la droga por esperanza,
la envidia por caridad,
el rencor por un te amo.
Trueco la guerra por paz
la oscuridad por el sol,
desprecio por amistad,
la enfermedad por salud.
Trueco las pesadillas
por el mejor de los sueños,
que todo sea belleza
y se acaben los avernos.
Oscar Néstor Galante
Te quería
Tras fachada de entereza
-premio a la supervivencia-
escondo hondo esta tristeza,
vieja zorra es mi conciencia.
Surcos húmedos y fríos
dejan lágrimas ya añejas,
rubricando con sus ríos,
sueño, cuánto te me alejas.
Frágil y seca está mi piel
añorando humedades.
Evaporándose la miel
en colinas que no invades.
Seguiré así en silencio
hasta el fin de mi sequía.
Pero caro será el precio
de olvidar que te quería.
Clo Marcozzi
CM - 2007
-premio a la supervivencia-
escondo hondo esta tristeza,
vieja zorra es mi conciencia.
Surcos húmedos y fríos
dejan lágrimas ya añejas,
rubricando con sus ríos,
sueño, cuánto te me alejas.
Frágil y seca está mi piel
añorando humedades.
Evaporándose la miel
en colinas que no invades.
Seguiré así en silencio
hasta el fin de mi sequía.
Pero caro será el precio
de olvidar que te quería.
Clo Marcozzi
CM - 2007
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