no hay nadie,
ni la casa,
ni las tías,
ni los primos...
Sólo el barrio
con gente distinta...
sin tu ocaso...
Tu rostro que lo sabía
de memoria
a veces se va ...
no lo puedo visualizar ...
se esfuma...
y como un hada traviesa rescato
el sonido de tu risa,
el color de tu pelo,
la mirada de tus ojos,
el movimiento de tus manos.
Rápidamente recuerdo aquel día,
la gente que pasó y se perdió
para siempre...
es inútil lamentar ...
guardo muy hondo
tan solo los silencios...
Con aquel sentimiento
de la separación ...
y a vos desde mis lágrimas
dictándome instrucciones
para la resignación...
Marga®
Marga Seoane
Marga Seoane
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