Por la calleja empedrada,
y ya de cantos gastados,
corre un galán agitado,
emboscado en una capa.
Viene huyendo de un mal lance,
con una herida en el pecho,
mas no le duele este trance,
le duele el amor deshecho.
A las ocho quedo en verla,
todo el dia la soñó;
que largas se hacen las horas
cuando te espera el amor.
No acaba el sol de ponerse,
no anochece ¡vive Dios¡
que larga se hace la espera,
para el que se enamoró.
Por fin camina a su encuentro,
esta llegando a su calle,
vuelve la ultima esquina,
y...ya ha llegado muy tarde.
En su reja otro galan,
entre risas y alegrias,
festeja de buena gana
con la que ayer le queria.
Espadas surcan la noche
honores que hay que lavar,
y encima de llegar tarde,
lo quieren apuntillar.
Si alguna vez te encasillas,
elige bien a tu dama,
pues calentara tu cama
el barbián de la puntilla.
Emilio Medina.10/10/ 2001
"El material editado en "Muestrario de Palabras" goza de todos los Derechos Reservados. La administración confía en la autoría del material que aquí se expone, no responsabilizándose de la veracidad de los mismos."
martes, 10 de noviembre de 2009
lunes, 9 de noviembre de 2009
Como un Lirio

Alguien me ofrece una fragante copa
para que yo descanse y dormite a la sombra
de un porvenir de olmos y de encinas,
para que el alma se preste a los convites
del fuego, el vino, el humo y los recuerdos.
Mnemosyne, hija de Cronos y de Gaia,
pare en la antigua noche los frutos ya probados
y el tiempo es sólo un soñar en la fidelidad presente,
ese instante en que la uva está precisa
y nos dejamos mecer por el destino.
Tarde o temprano cae en la miseria
el anhelo disuelto, las magras profecías
cuando la luz se anuncia por la hendija traidora
y amanece.
Long Ohni
sábado, 7 de noviembre de 2009
El sentido de tu encuentro.
Se recorta tú perfil,
entre las sombras que
proyecta el osado ocaso,
de éste crepúsculo
que inminente, se estaciona,
entra las atestadas calles
de mi ciudad difusa.
*
Tú contorno,
me ofrece un jazmín,
que perfuma
mí atardecer acordonando.
------
Juega el naranja Sol
con mis pasos apurados,
iluminando
el camino, que aún
no he transitado.
El reloj
de los murmullos
del regreso,
lo marca la gente
con su paso apresurado.
*
Me pierdo en aristas
de esquinas cotidianas,
recordando,
tú silueta inesperada,
que me acompaña
con pisadas firmes y apuradas,
para alcanzarme, al fin,
en alguna, dé mis mil
distancias cotidianas.
Diana Bracamonte ©
entre las sombras que
proyecta el osado ocaso,
de éste crepúsculo
que inminente, se estaciona,
entra las atestadas calles
de mi ciudad difusa.
*
Tú contorno,
me ofrece un jazmín,
que perfuma
mí atardecer acordonando.
------
Juega el naranja Sol
con mis pasos apurados,
iluminando
el camino, que aún
no he transitado.
El reloj
de los murmullos
del regreso,
lo marca la gente
con su paso apresurado.
*
Me pierdo en aristas
de esquinas cotidianas,
recordando,
tú silueta inesperada,
que me acompaña
con pisadas firmes y apuradas,
para alcanzarme, al fin,
en alguna, dé mis mil
distancias cotidianas.
Diana Bracamonte ©
viernes, 6 de noviembre de 2009
YA SERAN MUDOS
“Weh mir, wo nehm ich, wenn
Es Winter ist, die Blumen,…”
Hölderlin
Este invierno que pone
muros en los jardines
y queda el sólo amparo de las nubes
que a todos los finales acompañan
como una noche estéril que no espera del día
la clara luz del sol ni un brote exiguo,
ni siquiera el perfume en las ánforas rotas
del vino que bebimos en las doradas horas
y la voz es distante como lágrima seca
y lleva en sus espaldas el estigma del tiempo
arrojado a la vida como todos los frutos,
la intemperie que asedia en las últimas horas
este invierno de huesos labrados por la muerte,
te deja, caminante, sin ciervos ni cipreses,
con rosales marchitos, perfume enajenado,
apenas pedregales, duro trecho de espinos,
ese tramo final y el desgarrante aullido
que cae en el abismo deshecho en un silencio.
Has de seguir aunque tu cuerpo tiemble
y tiemble tu mirada despoblada de sueños
sin llanto que ofrecerle a la alegría
que ha sido capturada por los brazos de un niño;
así, detrás de muros silenciosos y fríos
ya no hallarás la flor ni el blanco cisne
que renueve en tu boca la ansiedad por el beso.
Ya no. Ya serán mudos los labios con que cantas.
Long-Ohni
EL GRITO Y EL MURMULLO

el sonido divisa los silencios
esconde la ruta del pasado
embebe de ternura el pensamiento
cierra los ojos
guarda el llanto
nutren el grito y el murmullo
recuerdos que aparecen sin permiso
saben que atrofian el presente
sin embargo permanecen
la luz del día huele a tierra
al fin no habrá sorpresas en su mente
©Elisabet Cincotta
jueves, 5 de noviembre de 2009
Morir así

Morir así.
Entre ceja y ceja de una paraje olvidado,
rasgando estrellas en el vientre de la noche
-oscuro e infinito lienzo-
del que pende una frágil luna de arena.
Así.
Con un grito cobarde
despellejándose en la garganta
y una vieja polaroid tras los párpados
haciendo sangrar cada recuerdo.
Así, así.
Frente a un sauce que sólo llora su pena,
entregada al aliento blanco del jazmín,
a los quejidos del viento oculto bajo las piedras.
Morir así.
Entre los labios húmedos
de un arroyo sin nombre
una y otra vez vejada por las aguas,
hasta parir olvido.
Patricia Ortiz
SOLO EL VIENTO

no me cuentes que hay colores que cantan
que danzan mariposas en el cabello de tu musa
que hay risas que se asoman en domingo
no conozco el domingo ni resto de semana.
en gris y negro se mueve mi luz
soy sombra alargada buscamdo un postigo.
no me cuentes sueños,
ni me hables de las rosas
ni de arena blanca,
ni de olas galopantes
ni del río correlón,
ni de la excitación de la alborada
ni de pájaros canores estrenando el día.
no susurres,
me duelen tus susurros...
no más,
nunca más lo creas,
nadie tocó a tu puerta
solo fue el último grito desconsolado del viento.
Ana Lucía Montoya Rendón
Novienbre 2009
martes, 3 de noviembre de 2009
Escala de grises
lunes, 2 de noviembre de 2009
ESPINA.

.
.
.
.
.
.
.
Como doliente espina,
clavada en lo profundo de mí pecho,
así duele tu ausencia que persigue y
engendra que el camino sea tan triste.
Es tortura constante, esta distancia
que acusante y profusa, me desola
el minuto se vuelve delirante,
en soledad… silencio que debora.
Acaece a mi esperanza !Amado mío!
Desvanece las nostalgias que asesinan,
Preciso de saber que tú adivinas,
el tormento que vivo, en esta ruina.
Elevemos nuestro vuelo hacia los cielos,
demandemos el consuelo a nuestra luna,
Citaremos a estrellas que fulguran,
Y que ese cielo perpetuo, nos cobije.
Gloria Eugenia Lemus.
02/11/2009
clavada en lo profundo de mí pecho,
así duele tu ausencia que persigue y
engendra que el camino sea tan triste.
Es tortura constante, esta distancia
que acusante y profusa, me desola
el minuto se vuelve delirante,
en soledad… silencio que debora.
Acaece a mi esperanza !Amado mío!
Desvanece las nostalgias que asesinan,
Preciso de saber que tú adivinas,
el tormento que vivo, en esta ruina.
Elevemos nuestro vuelo hacia los cielos,
demandemos el consuelo a nuestra luna,
Citaremos a estrellas que fulguran,
Y que ese cielo perpetuo, nos cobije.
Gloria Eugenia Lemus.
02/11/2009
domingo, 1 de noviembre de 2009
Déjà vu

Déjà vu
Serie: Poemario
Terminaba siempre adentro de mí
preguntándome por dónde había andado.
Hoy mis ojos
tomando la forma de un verde abierto
se definen fuera de ubicación geográfica.
Un nuevo sentido, aire que alberga, será el guía
que me deje frente a mi casa y al río.
El otoño vuelto primavera.
Un camino abrazado por la brisa.
MeBel / AKASHIA. Ojos abiertos
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