Muy cerca,
viendo aquel frasco de pugnas
donde quedaron anocheceres,
voces de amores, y un claro oscuro
ardiendo
en algún piano con sabor a humo.
Una boca azul sueña,
lee parte de una historia
desea tomar las memorias
como si tuviera todo el oxígeno
y quisiera descargarlo
en un saxo, y hacer
un lento amanecer que agote su luz,
su inmensa locura,
su última estrella.
Pero trae unas medias flojas, sujetas de algún trago,
y teme andar descalza
para llegar al último sorbo.
Y quizás,
teme que algo más le baje al subir
las escaleras de maderas buscando el cielo,
un poema de nubes y alondras
Además, anhela parecer una vitrina llena de lujuria y lunas
y alguien que la invite para que sean dos para no entrar solas
en aquel túnel, y tomarse el frasco.
Mientras nosotros seguimos parados frente a frente,
Viendo en el tren, las memorias, las olas
de un sueño y una travesía.
Y otra mirada coquetea con su sonrisa
sus dientes blancos
escapan como el horizonte hacia lo indecible.
Luis Gilberto Caraballo 2009
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