jueves, 20 de agosto de 2009

Alzheimer

Las grietas de su rostro

no dicen a su espejo

que ayer tuvo una vida

sus manos no comprenden

porque acerco las mías

la hoja del recuerdo cayo sobre la lluvia

la tinta diluida dispersa se difuma

y junto con las gotas

el sol que nos cubría



Los años de nosotros

hoy son otro vacio

ayer no sabe a nada

borradas penas, borradas alegrías



¿Qué es la vida sin recuerdos?

momentos en un diario cortado con la mano

perfectos e imperfectos

con noches y sus días

los duros que enseñaron de donde nacen fuerzas

los tristes que recuerdan que ayer hubo alegrías



¿A donde vida mía se fueron tus recuerdos?

las grietas, las heridas

los besos, nuestra vida

el canto de esos versos que ayer tu retenías

se fueron con el sueño

sin penas, ni alegrías



Mis pasos no comparten

tu mundo en lejanía

no saben tus heridas, sanarme mis heridas

¿a donde vida mía?; ¡llevaste nuestra vida!

colgando de mis brazos perderte aun con vida

mirando los caminos que juntos proyectamos

los tiempos que pensamos que nadie dividía



¿A dónde?, dime amor

entierro mis heridas

dejando en nuestro prado el canto de esos días

que juntos contemplamos

nacer juntos la vida



Del cielo de tus ojos que me pertenecía

despiertas de ese sueño sabiendo que eres mía

sin fuerzas de perderte

te digo bienvenida

besando tus heridas, sanándome las mías

del curso de esas gotas recuerdo que decías

espérame despierto

sin lagrimas vacías.



luis alberto gonzalez viera

sábado, 15 de agosto de 2009

HOMBRE DE CARTÓN

Hay tanta sal

y océano en los ojos

y el mundo sigue.



Su naufragio comenzaba

en la naranja dura del día,

el horizonte a ver; su apellido.



Lleno de alas cortas

al hombrecito gris

no le alcanzaba el vuelo.



No importa el desprecio,

oler a cartón y plástico,

él era el héroe de sus hijos.



Era necesario atardecer

y llevarle a su generación,

el bálsamo a la mesa.



Siempre abortaba

en cada avenida abierta,

esas penurias de sus ojos.



Fruto de ese esfuerzo

el abrazo del sol en lo suyos.



SANTOAMOR

viernes, 14 de agosto de 2009

BUSQUEDA

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No hay

palabras

precisas

para el verso

imponente

que le cante

a la vida

y le cante a la muerte.

No hay palabras.

Solo

ecos

de lo profundo.





Gregorio Riveros .´.

jueves, 13 de agosto de 2009

EL VAGABUNDO



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Tirado el andrajoso por los suelos
añora sus recuerdos muerto en vida.
La calle, su morada ennegrecida,
ahoga bajo lluvia sus anhelos.

Hastiado de vivir con ladronzuelos
huyendo como bestia en estampida
repudia su escondrijo en la guarida
causante de suspensos y revuelos.

Mirando al cielo increpa con sarcasmo:
¿por qué Señor propinas tal calvario?
¡mi mente está sumida en un marasmo!

Hincado frente a un confesionario
aguarda resignado y sumo pasmo
el juicio celestial de aquel santuario.

©SKORPIONA
Inés de la Puente Spiers
http://skorpiona. webcindario. com/el_vagabundo .htm

Todos los derechos reservados

viernes, 7 de agosto de 2009

Ella

“Los otros de siempre ya se han ido”.

Lily Chavez








Se han ido oscureciendo todos los rostros

hasta desaparecer.

Su ojo desnudo ya no improvisa

ni dioses ni demonios.

Con coraje acepta la soledad.

En luminoso vuelo

se inyecta en el azul del alma

y allí, presa del asombro, se reconoce.






Patricia Ortiz

viernes, 31 de julio de 2009

De azul.



Eran de azul
las noches de tu alma.
Tenía tu sonrisa
que aquellos ojos garzos enmarcaban
un no sé qué de dulce rebeldía.
Tan firme tu reir
y delicado al tiempo, tan etéreo
que todavía lo escucho en un arrullo
en mis noches de azul, azul contigo.
Eras de agua de mar, un caballito
conmigo azul, por un embrujo extraño.
Hoy corres hacia el agua,
azul, azul, azul de la mañana.
del regato que nace y alimentas
Hacia el mar ríes, juegas, por teñirlo
de azul como eras tú, mi amor dormido:
Azul de azules,
de azul de amanecer, de azul conmigo.


Blanca Barojiana

jueves, 30 de julio de 2009

La soledad de los otros

Observaré la soledad de los otros
aquella que evada la realidad del presente
la que obnubile la ausencia padecida
esa, que convenza al alma
de no sufrir.

Proyectaré miedos y tristezas en otros
defendiendo con uñas y dientes el no ser yo
cristal sano entre tantos rotos
vaciaré el pecho
de lamentos.

Serán ellos los solitarios
la carencia
el ostracismo,
dolerá menos la herida
/y el silencio.

Sabrá menos amarga
la piel comparada ,
será menor el autismo
de la derrota.

No seré yo...la ausente
ni la sombra.

Liliana Varela - 2008

sábado, 25 de julio de 2009

“Ay de mí, ahora que tengo que andar errante por el estado intermedio,


bajo el imperio de las tendencias inconscientes…”

“Libro tibetano de los muertos:


Bardo Thodol”







Intentarán distraerme las voces

en el camino a mi liberación.

Bardos nacerán y morirán

en el estado de consciencia de esta vida.

Nuestros oscuros instintos ya no dominarán

y veré la luz liberadora, aunque sea por un instante.

Guía mis pasos hacia la verdad,

sabes que mi espíritu no es dueño de sí.

Descubre el velo que me cubre

para que me reconozca en el oscuro sendero que transito.

Que no me invada el vértigo

y se desvanezca la visión liberadora

sumiéndome en la estrepitosa caída hacia lo inferior

Si me ayudas

cesará el ciclo de ilusión de la ignorancia

y no erraré eternamente de una existencia a la otra.

Mi vacuo cuerpo se tornará gozo y emanación

renaciendo en el estado superior del ser.

Por eso…

Sólo oiré tu voz…la amiga.

Sólo atenderé tu llamado… el verdadero.

Sólo reconoceré la verdad… al reconocerte en mi.


Liliana Varela

martes, 21 de julio de 2009

MILAGRO EN LA CIUDAD

Grises enmascarados entre hojas secas,

asfaltos horadados de urbanas costumbres

acunan el temor de los pasos indecisos,

la violencia se instala -como puta- en cada esquina.



Quieren los pasos a desnivel ganar espacio al aire,



y a los ojos…



............y a la claustrofobia…



.....................y al crepúsculo…



El ruido es arco-iris

que amamanta el silencio de los pájaros:

verde, amarillo y rojo, son introducción

a la sobrevivencia que destierra a los invidentes.



Cláxones armónicos acompañan el miedo bebido

en cada sol: sangre, violación, coaliciones,

son colores de una primavera paulatinamente gradual

que va refrescándose con lágrimas sin dueño.



Al final, el milagro se posa en mi ventana,

entre mis dedos y pupilas: ¡una mariposa…!




Issa M. Martínez Llongueras

sábado, 18 de julio de 2009

Nostalgia del árbol

... La necesidad («niyati») crea la ficción de espacio
y nos liga a la causalidad, a la inexorable ley del acto
(«karma») que restringe la libertad absoluta y omnipresente
a una limitación dirigida a un objeto determinado: Javier Rou


Entonces, por nostalgia,
me arrojé a abrazarte.
Elegí el árbol más rugoso
cuyas cortezas, años de verticalidad
recuerdan reciclajes kármicos del humus.
Y supe que soy como tú
nacido para el polvo y el regreso.

La vida es más que tumba y fijación
en la arcilla y el incienso,
breve como es, se salta al infinito.

Contigo está la metamorfosis que germina,
la semilla de ese Gran Tesoro,
código y cifra plantada entre chumberas,
el fuego eterno del Sol, hálito de Brahma
entre desbrujos de la terra morta
en el Mediterráneo.

9-3-1998

2.

Grabé tu nombre en un árbol de piel dura.
Me enamoré de tí, cuchillo en mano,
como el leñador que limpia el monte
y selecciona la salud y fortaleza del madero.

A tu aparición quise llamarla: Fruto.
Jamás volverán a diluirse los recuerdos.
Nos reencontramos, Arbol de Vida.

Ahora de tus sámagos más húmedos
conozco los llantos y sus alegrías.
Te oigo en la savia que fluye.

Te huelo en las flores que sueltas
con el viento, te percibo en trinares
de pájaros que se esconden en tus ramas.

Y como hay recuerdos tuyos
que persisten en el viento dando voces,
te sigo como hormiga, fiel a tus raíces.

Entro en cuevas que compartes;
lamo tu savia como elíxir y ya no hay
destierro de triste despedida.

Te alcanzaré vida tras vida para bendecirte.
¡Ojalá que en otras madrugadas
también me ames en los grabados
agridulces del cuchillo que escribe
su memoria con nostalgia!

¡Ojalá me leas en ensueños perdidos,
en las expansivos infinitos,
o en hibiscos rojos y escondidos
de otros patios del tiempo!

¡Ojalá en la sadhana de lo Eterno
crezcamos juntos, abrazados
como serpientes que transmiten
su alegría, en pos de vida
infinitamente continuada
en las cimas de lo Absoluto!

10-3-1998

Carlos Lopez Dzur