lunes, 19 de mayo de 2008

ABRIGA TU DICHA




Si lo que más quieres optó otro camino
por un nuevo frente,
abriga tu dicha.

Tuviste la fuente del mejor cariño
y el tiempo no miente.

Se endurece el vino durmiendo en la sede
del sueño tranquilo
en años sin duendes.

Y al jardín marchito,
por las cimitarras del hielo enfermizo
tu brazo desnudo será siempre fuerte
del coraje puro.

Ya somos maduros.
pasamos abimos
cruzamos mil puentes.
y seguimos vivos
de huesos enclenques
y el alma encendida
fogata en lo oculto
de ir día a día
tras frescas grosellas
del cielo en estrellas.
jamás irás solo.

Si lo más amado fue puerto seguro
y el vaso y las ollas,
la alfombra, la cama,
se muestran ajenas,
eleva la rabia
cuando de guerrero
creciste familia
y hoy no tienes nada.

Al fin : ¿quien cosecha
si fue tu semilla más árbol que planta.?

No estás a la altura .

Se secó un damasco, nido de hermosura
sede de zorzales en las madrugadas
con intensos frutos.
No da ni hojarasca.
todo tiene un tiempo,
Ser digno y de casta
trajo la nobleza
y en tal abolengo
tu estirpe está intacta.
y además poeta
traductor del viento,
la greda y el agua.
Sal de firmamento
no hagas tormento de la ingratitud,
que en tu juventud ganaste tu casa
lavaste estropajos y puliste lanzas
de los caballeros dignos de sus guerras.
Y tú: clase obrera.,
por prole, por piño,
por el sueño vivo que no trajo pascua,
y fueron astillas, barcos que cruzaban
acequias de océanos,
barriletes , ramas,
en don creativo,
tú no diste nada.

Reclama tu orgullo salir del embrollo
del amor perdido, hastiado y mordido
salvando tu orgullo.

Quien sobra: que parta.

Pasado algún tiempo serás un estorbo,
El viejo es culpable en este negocio
de estar en familia,
Y el amor sanguíneo es el peor de todos
nunca te escogieron.

Nunca fuiste padre, ni tío ni abuelo
porque no aprendiste
ni aceptas saberlo,
que la brecha existe
y hay generaciones con la lanza en ristre
contra tu futuro,
porque ya no existes.

Y bajo amenaza será el día a día.
Se acabó el respeto, se fue la templanza
el oso de seda , la ninfa encantada
cuando de leyendas vaciabas tus arcas
¡¡¡¡ y cómo te amaban ¡¡¡¡

Hoy sabes quien manda.

Abriga tu dicha, culmina como hombre
y sal de sonrisa,
sin rencor salobre,
a beber la vida: tropieza y recorre
las huellas del suelo, y vuelve a tu nombre.
Sin humillaciones.
Si no hay raciocinio, abriga tu dicha
te sobran razones.

Hay días mejores..
También días peores
y a tu hollejo duro le darás abrigo
en la paz contigo, que nunca fue pobre
pues siempre sencillo te vio la vecina,
y varios amigos que suelen morirse...

Y tú sobrevives...


luis benancio concha henriquez

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