jueves, 30 de abril de 2009

Tarde

Y qué
si se dilatan,
tus pupilas

al verme desnudarme
en aquel río.

Y qué,
si tus manos
se te crispan,

por perderme,
desnuda entre
las sombras.

Me perdiste.

por meterte,

en ese abismo

de locura,

de mentira.

de estrabismo.

Yo,

sin ropas.

Tu,

sin bríos.





Diana Bracamonte

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