en sus manos
adheridas a las palmas azules
poemas de piel
vientre
soledad
de su boca entreabierta
escapan murmullos
palabras momificadas
memoria de días
cuando decía "querido" al amor
hoy, por las rendijas de su cuerpo
solo gotas de veneno
abrieron sus ojos
congelada en tonos de ilusión
sonreía una mirada
una cicatriz en el pecho
indica un pobre cuarto frío
de allí corazón y sueños
se largaron en busca de otros pechos
encima de la mesa de acero
carcasa de hembra guapa...
le recuerda una cantina
humo de cigarro
tragos dobles de aguardiente
boleros
tangos
...ojos negros
en el ambiente ronda un halo triste
suspira el forense mientras toma otro café
el siguiente!
Ana Lucía Montoya Rendón
Mayo 2010
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