¡Lloramos desconsoladamente al nacer!
Será quizá, porque somos expulsados
de un santuario que nos acunó sin cruces,
cuyas aquietadas aguas nos mecían.
Será quizá, porque dizque que nacemos
con un pan apretujado bajo el brazo,
que es untado con insípido presente
y sabor rancio de un incierto porvenir.
Será quizá, que intuímos de antemano
lo que el destino por defecto nos depara,
al estar escrito en el libro de la vida
los errores a incurrir en el futuro.
Será quizá, porque sombras merodean
y sin permiso se adhieren a la nuestra,
polizontes que en tren viajan sin boleto
en butacas de acuñadas etiquetas:
incertidumbre, desamor y soledad.
Será quizá, porque arrastramos al nacer
un cuerpo de carne y hueso que envejece
y circunda los tobillos con grilletes, muy
contrario a nuestra mente que engrandece,
al subir la sabia escalera de los años.
Quizá se llora,
será quizá...
©SKORPIONA
Inés de la Puente Spiers
http://skorpiona. webcindario. com/
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