martes, 2 de septiembre de 2008

Redención

Llevo escrito en el brillo de mis ojos
cada letra extraída en una vida
si quisieras saber que fuerza empuja mis latidos
solo debes detenerte y mirar hasta encontrar
mis labios no conocen la repuesta
¡no la tengo!
ella esta perdida entre letras que yo llamo poesía
en esquemas que no fueron
fuegos que murieron sin cenizas
y sueños que no fueron realidad

Si quieres escuchar verdades de mi boca
tendrías que sacarla sin que abra yo mis labios
una vez que nace una palabra dejo de ser yo
¿existirá un lugar donde exista aun sin serlo?
¿abra un hogar que no tenga que inventar?

¿Podrán tus manos extenderse hasta las mías y volverlo todo realidad?
elevaría yo tu cuerpo enfrentándolo a mis labios
besarte cuando el sol aparezca en mi montaña
y soltarte un instante al mirarlo oscurecer
solo uno
mientras llevo leños encendiendo un sol para nosotros
juntando nuevamente nuestros labios hasta ver amanecer
mi fuego entre tus nubes
aceptando sin que sepas que te ofrezco
mientras aves con ojos marchitados
vuelan con el rumbo entre sus plumas
marcando un sendero para ir detrás de ellas
señalando ese camino para ser lo que no somos
un hogar construido con cristales
rodeado de arboles con raíces incrustadas en las rocas
extrayendo ríos que caen por los techos
bañando nuestros cuerpos volviéndolos pureza
nuestro reino de amplios ventanales conteniendo un amplio mar
doce leños irradiándonos calor
durmiendo sobre un piso de vestidos desgarrados
acurrucada entre mis brazos sonriéndole a la luna
besándote la espalda
mientras buscas un vestido seduciendo un nuevo encuentro
¿blanco de pureza o rojo de pasión?
un mundo donde pueda ser quien quiero
sosteniendo entre mis manos eternas letras
detrás de los cristales las tormentas
tus ojos embriagados oyendo en mi latido
la letra justa contestándole a las olas
melódicas canciones fluyendo en ese mar que se hicimos nuestro
en la cabaña de cristales
donde escribo versos para darte el mundo que precisas
sin que el frio de una vida
recuerde que aun tienes soledad
elevada entre mis brazos a la altura de mis labios
hallaremos redención
entre besos
con mis versos
juntos
en un paraíso creado por un Dios
que seco con sus caricias el dolor
entregándole a mis letras el poder de llevarte a nuestra casa de cristal
para ver a cada instante el mundo que tenemos
sin dejar entrar a nuestro reino
el frio que no quieres en tus manos
y el verso que nació sin existir
detrás de los muros de cristal
nuestro paraíso
nuestro mar
mi montaña
elevada a la altura de mis labios
para amarnos
entre muros de cristal.

Luis Alberto Viera

http://albertoviera4.blogspot..com/

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