Volteo la mirada,
los ojos tristes,
embozados de alma,
los brazos desfallecidos,
una pesadez inmensa
arrastra los pies cansados
del camino interminable,
de adioses, encuentros,
vuelta a despedirse,
vuelta a encontrarse
en cualquier recodo,
esquina menguada de trazos,
vértices del tropiezo anhelado,
heridas que supuran tumores terminales,
intento soez de desgarrarte,
de arrastrar hasta el límite,
culpas, desengaños, desesperanzas.
Hacer jirones de la razón
para justificar la locura.
Palabras hoy que suenan fatuas,
desmembradas del lenguaje,
letras que van cayendo una a una,
con el amor por bandera
y tu nombre por amar,
terminando en odios sin odio,
sólo rabia, frustración de no ser
y este rompecabezas malévolo
imposible de armar, cuando alguna letra
se pierde en la palabra sin perdón,
empapada de dolor y lágrimas de sangre.
Volteo la mirada,
a lo lejos, sólo diviso tu espalda,
cada vez más distante, cada vez sin el eco de tu voz,
ni el consuelo del mañana.
Quedamos de espaldas,
cuando ayer, sólo ayer de poco tiempo,
reíamos ante la posibilidad de amarnos
a pesar de los imposibles,
y de ti y de mí.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha:?
Marzo 25 de 2009
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