Tendidos como parte del contexto,
convertidos en telón de fondo y en naturaleza muerta.
Paisaje suspendido.
Palabra estrangulada muriendo en la garganta.
Aire comprimido, mirada enajenada,
medidos en la violencia del aliento.
Trémulo silencio ante el erguido alfil,
lábaro rojo ondea en sus carnes.
Enervado espíritu en brumas y negro,
memoria acumulada,
lóbrego recuerdo de epopeyas,
raptos y conquistas,
mendaces suspiros
y cantos nacidos desahuciados.
No hubo agua, todo fue arrellanarse en un desierto.
Ana Lucía Montoya R.
Marzo 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario