Cobijar mis huesos
bajo una frazada de recuerdos
semejando ser vida lo que no es más que sombras
gozando en bocanadas un hálito que no me pertenece.
Sobornar al tiempo retrasando las horas
de un reloj ausente
desnudando de atardeceres los días tristes
serpenteando de atajos la ruta marcada
por el destino.
Arrancar los ojos para ver lo esencial
lo que apenas roza el alma
y la enriquece.
Liliana Varela 2009
martes, 31 de marzo de 2009
domingo, 29 de marzo de 2009
La noche como un tigre
El silencio rodó como una piedra,
toda luz desertó de la mañana;
caímos en la sombra y nos cercaron
hambrientos escuadrones de fantasmas.
Se abalanzó la noche como un tigre
sobre las tierras vírgenes del alma
y conquistó ciudades y banderas
y arrasó corazones y palabras.
Se despeñó el amor, multiplicando
el eco exponencial de la montaña.
Y, crujiendo en la esfera de su llanto,
la luna se quebró de madrugada.
Cristina Longinotti
toda luz desertó de la mañana;
caímos en la sombra y nos cercaron
hambrientos escuadrones de fantasmas.
Se abalanzó la noche como un tigre
sobre las tierras vírgenes del alma
y conquistó ciudades y banderas
y arrasó corazones y palabras.
Se despeñó el amor, multiplicando
el eco exponencial de la montaña.
Y, crujiendo en la esfera de su llanto,
la luna se quebró de madrugada.
Cristina Longinotti
sábado, 28 de marzo de 2009
Invitación
Me extenderé en la muerte.
No porque no me quede un espacio discursivo.
Voz me ha sobrado; pero vivo en el punto
del creado desbalance, en la tierra-ya-no- mía,
en la zona de lo que se quiere indecible.
Es un lugar ambiguo, descarado,
laguna de ficción para la que no tengo
palabras. Es cruda incertidumbre,
aguas para mi olvido.
Ahora me corresponde ser silencio.
La muerte no me desmiente.
Me invita, me favorece.
Me convoca.
02-05-2004 / El hombre extendido
Carlos Lopez Dzur
No porque no me quede un espacio discursivo.
Voz me ha sobrado; pero vivo en el punto
del creado desbalance, en la tierra-ya-no- mía,
en la zona de lo que se quiere indecible.
Es un lugar ambiguo, descarado,
laguna de ficción para la que no tengo
palabras. Es cruda incertidumbre,
aguas para mi olvido.
Ahora me corresponde ser silencio.
La muerte no me desmiente.
Me invita, me favorece.
Me convoca.
02-05-2004 / El hombre extendido
Carlos Lopez Dzur
viernes, 27 de marzo de 2009
¿Dónde estoy?
Perdida
en giros sin orbita
satélite soy
de la nada.
Quisiera saber-descubrir-responder
dónde mis pasos me llevan
/sin descanso
/sin prisa
/sin esperanza.
La inercia impulsa
la vacia cáscara
hacia un punto lejano
que empequeñece con cada huella.
Y el deseo se torna derrota.
Crece el camino
sin importar hacia dónde.
Liliana Varela
__._,_.___
en giros sin orbita
satélite soy
de la nada.
Quisiera saber-descubrir-responder
dónde mis pasos me llevan
/sin descanso
/sin prisa
/sin esperanza.
La inercia impulsa
la vacia cáscara
hacia un punto lejano
que empequeñece con cada huella.
Y el deseo se torna derrota.
Crece el camino
sin importar hacia dónde.
Liliana Varela
__._,_.___
jueves, 26 de marzo de 2009
De espaldas
Volteo la mirada,
los ojos tristes,
embozados de alma,
los brazos desfallecidos,
una pesadez inmensa
arrastra los pies cansados
del camino interminable,
de adioses, encuentros,
vuelta a despedirse,
vuelta a encontrarse
en cualquier recodo,
esquina menguada de trazos,
vértices del tropiezo anhelado,
heridas que supuran tumores terminales,
intento soez de desgarrarte,
de arrastrar hasta el límite,
culpas, desengaños, desesperanzas.
Hacer jirones de la razón
para justificar la locura.
Palabras hoy que suenan fatuas,
desmembradas del lenguaje,
letras que van cayendo una a una,
con el amor por bandera
y tu nombre por amar,
terminando en odios sin odio,
sólo rabia, frustración de no ser
y este rompecabezas malévolo
imposible de armar, cuando alguna letra
se pierde en la palabra sin perdón,
empapada de dolor y lágrimas de sangre.
Volteo la mirada,
a lo lejos, sólo diviso tu espalda,
cada vez más distante, cada vez sin el eco de tu voz,
ni el consuelo del mañana.
Quedamos de espaldas,
cuando ayer, sólo ayer de poco tiempo,
reíamos ante la posibilidad de amarnos
a pesar de los imposibles,
y de ti y de mí.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha:?
Marzo 25 de 2009
©Todos los derechos registrados
los ojos tristes,
embozados de alma,
los brazos desfallecidos,
una pesadez inmensa
arrastra los pies cansados
del camino interminable,
de adioses, encuentros,
vuelta a despedirse,
vuelta a encontrarse
en cualquier recodo,
esquina menguada de trazos,
vértices del tropiezo anhelado,
heridas que supuran tumores terminales,
intento soez de desgarrarte,
de arrastrar hasta el límite,
culpas, desengaños, desesperanzas.
Hacer jirones de la razón
para justificar la locura.
Palabras hoy que suenan fatuas,
desmembradas del lenguaje,
letras que van cayendo una a una,
con el amor por bandera
y tu nombre por amar,
terminando en odios sin odio,
sólo rabia, frustración de no ser
y este rompecabezas malévolo
imposible de armar, cuando alguna letra
se pierde en la palabra sin perdón,
empapada de dolor y lágrimas de sangre.
Volteo la mirada,
a lo lejos, sólo diviso tu espalda,
cada vez más distante, cada vez sin el eco de tu voz,
ni el consuelo del mañana.
Quedamos de espaldas,
cuando ayer, sólo ayer de poco tiempo,
reíamos ante la posibilidad de amarnos
a pesar de los imposibles,
y de ti y de mí.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha:?
Marzo 25 de 2009
©Todos los derechos registrados
Sindrome bipolar.
Mas frecuente que lo pensado
te lleva de la mano veloz.
En un instante son dos
los caminos revelados.
Manía que da euforia
y carradas de intensa satisfacción.
Melancolía es el otro
que te hunde en la infelicidad.
Una psicosis que avanza
en proporción decimal.
Transcurre sin esperanza
de ser resuelta y curar.
Sólo puedes evitarlos
con la medicación precisa.
Sales de litio te calman
y disminuyen tu andar.
Oscar Néstor Galante
te lleva de la mano veloz.
En un instante son dos
los caminos revelados.
Manía que da euforia
y carradas de intensa satisfacción.
Melancolía es el otro
que te hunde en la infelicidad.
Una psicosis que avanza
en proporción decimal.
Transcurre sin esperanza
de ser resuelta y curar.
Sólo puedes evitarlos
con la medicación precisa.
Sales de litio te calman
y disminuyen tu andar.
Oscar Néstor Galante
lunes, 23 de marzo de 2009
Jirón
Volteo la mirada,
una película de Hitchcock
pasa veloz.
Con un jirón de alma,
sobreviviente,
salto una muralla,
de aguijones envenenados,
bastaría sólo uno,
para herirme de muerte,
bastaría sólo el tuyo,
para hacerme desangrar
hasta morir
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: ya ni sé de fechas
Diciembre 28 de 2008
LA DANZA FINAL
Por el falo emplumado
eyacula la bestia
hambrienta de poder
defeca sandeces.
La impotencia la asfixia
vomita maldad
sobre límpidos cuerpos
que el divino protege.
Que no tiemble mi mano
para asestar con placer
la estocada mortal.
Mandíbula abierta
carcajada infernal:
con ecos, sin ecos
en su triste danza final.
Se es feliz con tan poco...
©SKORPIONA
Inés de la Puente Spiers
http://skorpiona.webcindario.com/la_danza_final.htm
domingo, 22 de marzo de 2009
Era
“El viento del atardecer lavó su desconcierto”
Fragmento de “El canto de Agapito Robles
”- Manuel Scorza
Era punto lejano, luz en fuga,
final de arco iris,
falacia cierta sin explicación
escondida en los pliegues de una despedida sin adiós.
Al palpar la tristeza en el viento
entendió que era tiempo de volver a comenzar.
Liliana Varela 2008
Fragmento de “El canto de Agapito Robles
”- Manuel Scorza
Era punto lejano, luz en fuga,
final de arco iris,
falacia cierta sin explicación
escondida en los pliegues de una despedida sin adiós.
Al palpar la tristeza en el viento
entendió que era tiempo de volver a comenzar.
Liliana Varela 2008
amor de domingo
Lecturas de domingo suelo enviar
pues para eso se ha creado ese día
pruebo buscar tema con alegría
ya me tiraré al mar a bucear
Hay delfines felices y dichosos
solo con ellos quiero convivir
aquí solo logro sobrevivir
entre seres humanos envidiosos
Ya no puedo soportar la maldad
la ausencia de empatía y solución
convierten en reina a la soledad
Puedo escribir mucho sobre el amor
aunque muchos digan que no me creen
que el me permite vivir sin dolor
Yossi May Domingo 22-03-2009
pues para eso se ha creado ese día
pruebo buscar tema con alegría
ya me tiraré al mar a bucear
Hay delfines felices y dichosos
solo con ellos quiero convivir
aquí solo logro sobrevivir
entre seres humanos envidiosos
Ya no puedo soportar la maldad
la ausencia de empatía y solución
convierten en reina a la soledad
Puedo escribir mucho sobre el amor
aunque muchos digan que no me creen
que el me permite vivir sin dolor
Yossi May Domingo 22-03-2009
jueves, 19 de marzo de 2009
ENTRE SOLEDADES
De mi próximo libro "Poesía alerta"
Nací.
Viví, tal vez.
Ya voy muriendo.
En tanto,
creo estar
aconteciendo.
Sólo llegué.
Y viajaré
cuando me toque
salir de esta estación
llamada Vida.
(que es posible encontrar algo de vida
entre estación final y de partida)
Se vive el miedo, la ilusión,
el odio,
la pasión, la frustración, el llanto.
Y la felicidad
que nunca dura tanto.
¿Amor? Un avatar, que duele
que hiere, que carcome y muele,
que no es vivir,
es padecer, es sino
de cualquier que sea, que al mundo vino.
Pero vivir,
sentir la vida
que hiende viboreando la salida
de la soledad, del vacío, de la nada.
Sentir el Otro,
ser el Otro, darse.
Cuando Uno ya no es Uno
uno vive y es
aunque se extinga.
Si yo fui más que yo
tal vez no llegue
tan solitario, al punto de despegue.
-- Carlos Adalberto Fernández
Nací.
Viví, tal vez.
Ya voy muriendo.
En tanto,
creo estar
aconteciendo.
Sólo llegué.
Y viajaré
cuando me toque
salir de esta estación
llamada Vida.
(que es posible encontrar algo de vida
entre estación final y de partida)
Se vive el miedo, la ilusión,
el odio,
la pasión, la frustración, el llanto.
Y la felicidad
que nunca dura tanto.
¿Amor? Un avatar, que duele
que hiere, que carcome y muele,
que no es vivir,
es padecer, es sino
de cualquier que sea, que al mundo vino.
Pero vivir,
sentir la vida
que hiende viboreando la salida
de la soledad, del vacío, de la nada.
Sentir el Otro,
ser el Otro, darse.
Cuando Uno ya no es Uno
uno vive y es
aunque se extinga.
Si yo fui más que yo
tal vez no llegue
tan solitario, al punto de despegue.
-- Carlos Adalberto Fernández
miércoles, 18 de marzo de 2009
EL VIEJO DIABLO
Iré hacia ti despojado de mis alas
demoníaca mujer de rostro impúber.
Despiertas mis pasiones juveniles
dormidas en mi añejo envoltorio
por el paso inexorable de los años.
Seducido el mástil de mi hombría
te amaré desnuda en mi bandera.
Recorreré tus carnes virginales
para enterrar en ellas mi experiencia.
Cosecharé un sinfín de orgasmos
de hambrientos cuerpos de aprender
y aprehender, cada quien a su manera.
Cuando llegue el fin de la contienda
te expulsaré de mis linderos infernales
y rodarás por los suelos de tu cielo
a la espera de la lluvia de pasión que
cierta vez te dio a libar un viejo diablo.
©SKORPIONA
Inés de la Puente Spiers
http://skorpiona. webcindario. com/el_viejo_ diablo.htm
Derechos de autor reservados
domingo, 15 de marzo de 2009
Dame
Dame a mí y solo a mí
la facultad de tener entre mis manos
la esperanza de la espera
No me niegues ni sombra
ni sonidos ligeros de tus pasos en mi alfombra.
No te niegues ni te alejes
ni desvíes de mi ruta
Deja que me quede esperando
que pases por la misma senda
donde mis ojos han puesto
atención… en busca de una aurora
Guzmán Lavenant
la facultad de tener entre mis manos
la esperanza de la espera
No me niegues ni sombra
ni sonidos ligeros de tus pasos en mi alfombra.
No te niegues ni te alejes
ni desvíes de mi ruta
Deja que me quede esperando
que pases por la misma senda
donde mis ojos han puesto
atención… en busca de una aurora
Guzmán Lavenant
sábado, 14 de marzo de 2009
ENTRE EL SALMÓN Y LA AUSENCIA
Entre el salmón y el tempranillo apareció él, casi perdido entre relojes y adioses.
Dos, tres años... no recordaba cuántos, si sabía cuánto había tardado en permitir su ida. En realidad nunca lo había hecho de modo que esta reaparición sólo era la presencia de alguien ausente a veces.
Despertaba pensando cuánto amaba su figura reflejada en el espejo, la cómica manera de tomar el cigarrillo, sus urgencias. Sabía que era el otro nombre, ese que él debía cuidar de susurrar en la noche. Sabía tantas cosas...
No la había amedrentado la pobreza, ni la bohemia que seguía la anárquica silueta, sí la había retenido ser el otro nombre, la del café a hurtadillas en la mesa del fondo, la de los encuentros furtivos a deshoras.
Lo miró tomó su copa y a modo de brindis la elevó, bebió tres sorbos y sin hablarle pagó su almuerzo. Se levantó y haciéndole un gesto para que no la siguiese, cruzó la puerta del restaurante.
Él se quedó sentado, seguramente sus manos jugaban con la servilleta.
Ella miró la calle gris, ante sus ojos había soles, niños, flores.
Respiró hondo, la vida se abría paso desde su venas y le ofrecía una sonrisa triunfal... la tomó.
Claro- se dijo- comienza la temporada por eso el precio de los zapatos.
Elisabet Cincotta
derechos de autor registrados
Dos, tres años... no recordaba cuántos, si sabía cuánto había tardado en permitir su ida. En realidad nunca lo había hecho de modo que esta reaparición sólo era la presencia de alguien ausente a veces.
Despertaba pensando cuánto amaba su figura reflejada en el espejo, la cómica manera de tomar el cigarrillo, sus urgencias. Sabía que era el otro nombre, ese que él debía cuidar de susurrar en la noche. Sabía tantas cosas...
No la había amedrentado la pobreza, ni la bohemia que seguía la anárquica silueta, sí la había retenido ser el otro nombre, la del café a hurtadillas en la mesa del fondo, la de los encuentros furtivos a deshoras.
Lo miró tomó su copa y a modo de brindis la elevó, bebió tres sorbos y sin hablarle pagó su almuerzo. Se levantó y haciéndole un gesto para que no la siguiese, cruzó la puerta del restaurante.
Él se quedó sentado, seguramente sus manos jugaban con la servilleta.
Ella miró la calle gris, ante sus ojos había soles, niños, flores.
Respiró hondo, la vida se abría paso desde su venas y le ofrecía una sonrisa triunfal... la tomó.
Claro- se dijo- comienza la temporada por eso el precio de los zapatos.
Elisabet Cincotta
derechos de autor registrados
jueves, 12 de marzo de 2009
NEGRO
Negro.
De padres negros,
ojos triste y bravíos.
Negro.
Silencioso negro de la calle
-sin dueño-
Negro de la vereda.
Vereda suya.
Negro que es libre,
quizás por ser Negro.
Elisabet Cincotta
derechos de autor registrados
"Las únicas muertes que el hombre conoce son aquellas a que se sobrevive." Macedonio Fernández
De padres negros,
ojos triste y bravíos.
Negro.
Silencioso negro de la calle
-sin dueño-
Negro de la vereda.
Vereda suya.
Negro que es libre,
quizás por ser Negro.
Elisabet Cincotta
derechos de autor registrados
"Las únicas muertes que el hombre conoce son aquellas a que se sobrevive." Macedonio Fernández
miércoles, 11 de marzo de 2009
ESCENA X (Teatrema, Acto IV)
Atravieso la línea de la perspectiva
y dilato la boca del sueño.
El techo baila de punta sobre tacón.
Hay tanta ventana inútil,
tanto ciego mirando desde los cristales,
tanta pena muriéndose de risa,
que soy una escalera llana
en el hueco dormido de un sonido.
Al principio nadie lo sabía.
La longitud era muda.
La palabra
no formaba parte del diccionario.
Después una letra se hizo urgente,
cada vez más urgente.
La consonante se juntó con la vocal
y escribió un corto telegrama
con tinta definitiva:
Yo.
Del libro "Teatrema o poema en cuatro actos"
Diciembre 2008©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
y dilato la boca del sueño.
El techo baila de punta sobre tacón.
Hay tanta ventana inútil,
tanto ciego mirando desde los cristales,
tanta pena muriéndose de risa,
que soy una escalera llana
en el hueco dormido de un sonido.
Al principio nadie lo sabía.
La longitud era muda.
La palabra
no formaba parte del diccionario.
Después una letra se hizo urgente,
cada vez más urgente.
La consonante se juntó con la vocal
y escribió un corto telegrama
con tinta definitiva:
Yo.
Del libro "Teatrema o poema en cuatro actos"
Diciembre 2008©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
martes, 10 de marzo de 2009
ESCENA IX (Teatrema, Acto IV)
Todo es mentira y todo es verdad
o, tal vez, nada de lo que es ocurra.
Dios echó los dados
y el ser rodó por el tablero
como una peonza infernal,
escaló la diagonal el alfil
y le dio al tiempo el jaque mate.
Se construyó un puente
para cruzar de la nada a la nada
y la burbuja esférica del barro
abrió el ojo de par en par
para soñar la encrucijada.
Todo es mentira y todo es verdad
o todo es, en verdad, una mentira.
Del libro "Teatrema o poema en cuatro actos"
Diciembre 2008©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
o, tal vez, nada de lo que es ocurra.
Dios echó los dados
y el ser rodó por el tablero
como una peonza infernal,
escaló la diagonal el alfil
y le dio al tiempo el jaque mate.
Se construyó un puente
para cruzar de la nada a la nada
y la burbuja esférica del barro
abrió el ojo de par en par
para soñar la encrucijada.
Todo es mentira y todo es verdad
o todo es, en verdad, una mentira.
Del libro "Teatrema o poema en cuatro actos"
Diciembre 2008©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
lunes, 9 de marzo de 2009
Amame
Mucho recuerdo,
mucha vivencia,
en cada parte del mapa humano.
Es la geogafía más versátil
que haya jamás existido,
esa, la de los valles , vegas
sinuosidades, montañas
y humedadles
de nuestro vestido físico.
Saludos colombianos,
Ana Lucía Montoya Rendón
mucha vivencia,
en cada parte del mapa humano.
Es la geogafía más versátil
que haya jamás existido,
esa, la de los valles , vegas
sinuosidades, montañas
y humedadles
de nuestro vestido físico.
Saludos colombianos,
Ana Lucía Montoya Rendón
miércoles, 4 de marzo de 2009
YACER...
Tendidos como parte del contexto,
convertidos en telón de fondo y en naturaleza muerta.
Paisaje suspendido.
Palabra estrangulada muriendo en la garganta.
Aire comprimido, mirada enajenada,
medidos en la violencia del aliento.
Trémulo silencio ante el erguido alfil,
lábaro rojo ondea en sus carnes.
Enervado espíritu en brumas y negro,
memoria acumulada,
lóbrego recuerdo de epopeyas,
raptos y conquistas,
mendaces suspiros
y cantos nacidos desahuciados.
No hubo agua, todo fue arrellanarse en un desierto.
Ana Lucía Montoya R.
Marzo 2009
convertidos en telón de fondo y en naturaleza muerta.
Paisaje suspendido.
Palabra estrangulada muriendo en la garganta.
Aire comprimido, mirada enajenada,
medidos en la violencia del aliento.
Trémulo silencio ante el erguido alfil,
lábaro rojo ondea en sus carnes.
Enervado espíritu en brumas y negro,
memoria acumulada,
lóbrego recuerdo de epopeyas,
raptos y conquistas,
mendaces suspiros
y cantos nacidos desahuciados.
No hubo agua, todo fue arrellanarse en un desierto.
Ana Lucía Montoya R.
Marzo 2009
martes, 3 de marzo de 2009
A TIEMPO
A tiempo,
como brisa y lluvia.
Llegas como el alba y te alzas
como sol mañanero.
A tiempo,
Evocación y momentos.
Melodía y danza, rima y verso,
Aliento e inspiración.
A tiempo,
como ritmo cardiaco.
Contento expresado en ideas verdes
y en propósitos amarillos
A tiempo,
como agua que calme la avidez,
como el rebrote de la era
y como nota rítmica.
A tiempo,
convertido en pensamiento,
en ideas de avanzada,
dos en uno, realidad y quimera.
A tiempo encarnados,
músculos y fluidos siendo mismos cuerpos,
células yuxtapuestas, cosmos y orgasmos.
Y… el clímax,
¡Éxtasis a tiempo!
Ana Lucía Montoya R.
Marzo 2009
como brisa y lluvia.
Llegas como el alba y te alzas
como sol mañanero.
A tiempo,
Evocación y momentos.
Melodía y danza, rima y verso,
Aliento e inspiración.
A tiempo,
como ritmo cardiaco.
Contento expresado en ideas verdes
y en propósitos amarillos
A tiempo,
como agua que calme la avidez,
como el rebrote de la era
y como nota rítmica.
A tiempo,
convertido en pensamiento,
en ideas de avanzada,
dos en uno, realidad y quimera.
A tiempo encarnados,
músculos y fluidos siendo mismos cuerpos,
células yuxtapuestas, cosmos y orgasmos.
Y… el clímax,
¡Éxtasis a tiempo!
Ana Lucía Montoya R.
Marzo 2009
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