sábado, 23 de enero de 2010

Perdida





¿Por qué mi voz delante, durmiendo a las estrellas,
cuando el amor llamaba a mis espaldas?

Julia de Burgos







Perdida en densa neblina no divisé

tu presencia,

dejé que el mundo girara

y te llevara con él

sin siquiera sentir el roce de tus pupilas.


Ciega

palpé el vacío que debió llenarse,

saboreé la amarga ausencia

marchitando la esperanza

en rotos floreros.



Ahogada de luces

la espalda no supo contestar al llamado

que torciendo las esquinas marchó ignorado

hacia otro universo.


Te perdí-y me perdí

en la hondura del tiempo.



Liliana Varela 2008

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