Pocas veces se orienta el nudo
hacia el sol de la impotencia
Elisabet Cincotta
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Somos la magia disfrazada de tedio
un día de semana,
rutinario, hastiado de sí mismo.
No queremos-resistimos
dar vuelta la página,
entornar la vista hacia ese nudo
que ata las gargantas,
que ahoga,
que mata lentamente.
Nuestro mundo es perfecto,
la apariencia, aún mejor.
Cuesta tanto el sincerarnos,
el decir qué nos sucede,
qué nos duele
qué nos ata
a este suelo que tironea
desmembrando.
Es preferible la agonía
del silencio,
incluso el infierno…
antes que admitir
la impotencia en que caímos
/y que aún nos aplasta.
Liliana Varela 2008
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