ya no es más la languidez del tiempo
que yace en mi retina
ni tu voz pidiendo encuentros
ni el cuerpo yerto abandonado a la deriva
y aunque abril sea de recuerdos
el dolor anida en la nostalgia
y mis manos -un abismo-
sufren ausencia
ya no es más
aquello que un día partió
enhebrando soledad a mi piel
©Elisabet Cincotta
de De pie/Ed. Muestrario/2007
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