sábado, 31 de octubre de 2009

A veces


A veces cuando el alma verdadera se presenta no hace ruido.
A veces también, cuando nuestra presencia es sonora es porque la lengua y el vestido son de bufo.
A veces el mutismo habla más fuerte que la lengua.
A veces la lengua loca fustiga un discurso que apenas llega al oido cuerdo.
A veces, solo a veces, mis palabras la transporta el viento y las descarga suave en el corazón de las almas afines.

Difícil cuando las palabras dan tantas vueltas en mi mente haciéndome fieros, difícil cuando estiro las manos para acariciarlas y me rehuyen. Cuando así ocurre miro mi entorno y un dolor intenso me cubre de luto.



Ana Lucía Montoya R.

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