martes, 25 de diciembre de 2007

El poeta mira el mar



Buzo ciego, el mar te mira.
Estela incandescente de vetas, nutrias y moluscos.
Puerto abierto en que la noche sucumbió
y la mano perforó aquel pozo negro
en que la joya brotó como su aliento.

Alguien que vino, en el mar picado, en la ola brava,
en la orilla de serpientes corredizas,
se acercó y dijo: "!Yo soy poeta!.
!Buzo ciego, el mar te mira!".
Y el mar miróle recostándose en la orilla.

No sé de donde vino o nació ese grito.
Si en plena cordillera, latitud o simple brisa;
Si en las aguas confrontadas
o en la vela rota que nunca perdonó al marino.

"!Yo soy poeta!"
Y salí a gritar mi pedrería.
Salí a las olas a encontrarlas
y a rondar el agua oscurecida.
Era un nudo en la garganta.
Era la palabra de agua, el rincón del soplo,
la ciénega de algas, la planta bronquial de los escualos,
el viento que golpeaba mi cara adormecida.

Ven a mí, torrente de agua,
cristal de Urano,
joya de ave, pulcritud de espacio engrandecido.
"!Yo soy poeta!"
Aquel que sucumbió en tu mar de brillo
y alzó el puño en frenético delirio.
Náufrago ciego, arrodillado y en la arena esculpido.
Copa en mano y salpicando el verso en su bramido.

"!Yo soy poeta!"
Buzo ciego, el mar te mira.

Salvador Pliego

No hay comentarios: