lunes, 17 de diciembre de 2007

Resplandor.




Pupilas de inmensa profundidad
casi en tono fatal,
acercándose al horizonte
que cercano, se erguía victorioso.

Denotaban mis vanos esfuerzos,
vencían mis escasa resistencia.
De hecho se conformaban con derrotarme,
sólo en un primer round.

Al acercarme a su dueña,
correspondía ella a mis deseos,
como si en época pretérita
lo hubiese repetido.

Luego estallaba la luz,
inmensa, casi una catástrofe.
Sobrevenían peligrosos presagios
mas ella ya era un resplandor.

Oscar Néstor Galante.

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